jueves, 29 de enero de 2009

12 años sin Soriano

Nos dejó justo cuando mejor le iba. Su pase literario había sido el comentario del momento. Aunque algunas de sus páginas más logradas pertenecen a sus primeros pasos literarios, Osvaldo Soriano estaba por imponer, a fuerza de relatos e historias, su nombre en la historia grande de las letras argentinas. Más allá del ninguneo de la capilla, que a esa altura era cada vez más tenue, “Una sombra ya pronto serás” lo colocó en el lugar que merecía desde mucho tiempo atrás.
Programó con anticipación esa operación. Lo tenía masticado, conversado y analizado a más no poder. La encaró como un trámite, complejo y con muchos requisitos, pero trámite al fin. El cáncer de pulmón se acababa con la extirpación de uno de ellos. Y salió bien, pero se complicó unos días después de la intervención. Con un pulmón menos y la compañía de familiares y amigos, escribió lo que sería la última contratapa de Pagina 12 con su nombre. Se la dedicó a José Luis Cabezas, asesinado en la Cava, Pinamar, el 25 de enero de 1997. Tan sólo 4 días después, el 29, el gordo moría en la misma pieza del hospital que le había devuelto las esperanzas de vida. Y con la muerte, como siempre, llegó su reconocimiento masivo.
Amante de los gatos, los policiales negros, el fútbol y San Lorenzo de Almagro, vivió la furia de los 70 en las redacciones de la revista Panorama y el diario La Opinión. En esos años escribió y publicó su primera novela, “Triste, solitario y final” donde él mismo se mezcla con Philip Marlowe, el alter ego de Raymond Chandler, y el gordo y el flaco. Con el golpe de estado de 1976 vino el exilio hasta1984, pasando por Bélgica y Francia. Al desarraigo propio de esa situación se le sumó el sufrimiento insoportable de no poder seguir al equipo de sus amores. Gastaba mucho dinero en comunicaciones telefónicas con amigos que permanecían en el país para que le relataran con lujo de detalles la crónica del partido de fútbol. En el extranjero se sumó al resto de los intelectuales para denunciar la violación de los DDHH y la desaparición y tortura de miles de argentinos.
En Europa verá la luz la segunda novela, “No habrá más penas ni olvido” A ella le sucederá una década muy prolífica donde se publicara casi toda su obra con “Cuarteles de invierno”, “A sus plantas rendido un león”, “El ojo de la Patria”, “Una sombra ya pronto serás”, “La hora sin sombra” y los libros de relatos “Rebeldes, soñadores y fugitivos”, “Artistas, locos y criminales”, “Piratas, Fantasmas y dinosaurios” y “Las memorias del mister Peregrino Fernández”. La editorial publicará después de su muerte un libro en el que compiló todos los relatos de fútbol. Mientras nos regalaba esos libros, trabajaba de periodista. Estuvo en el diario Clarín, la revista “El Porteño”, “Humor” y el diario Pagina 12, del que fue uno de sus fundadores.
El director de cine Héctor Olivera inmortalizó en la pantalla grande a dos de sus novelas, “No habrá más penas ni olvido” y “Una sombra ya pronto serás”, recordada por los pampeanos porque parte de ella fue rodada en la llanura desértica de nuestro oeste, donde se distingue claramente la pulpería de Chacharramendi.
Soñó con ser delantero de San Lorenzo de Almagro pero una pronta lesión de rodilla mientras jugaba para Cipoletti lo alejó en forma definitiva de las canchas de fútbol. Sin siquiera haber terminado el colegio secundario, este marplatense de nacimiento marcó el ingreso definitivo del deporte más popular de Argentina en el ámbito literario, más tarde apuntalado por las prodigiosas plumas de Roberto Fontanarrosa y Eduardo Sacheri.
Osvaldo Soriano nos regaló en forma de relatos, novelas y cuentos, una obra digna de analizar a la hora de abordar el peronismo, los años 70 y la incipiente democracia argentina. Desde el 29 de enero de 1997, extrañamos esos diálogos y relatos tan necesarios para comprender lo que nos pasa a los argentinos. (varios textos del gordo)

4 comentarios:

axolotl dijo...

8/

Anónimo dijo...

Buenísima la nota y el enlace del sitio del Gordo Soriano. Genial, la verdad que emociona.

Tesseus dijo...

Muy bueno Fisgón. muy bueno.

Tesseus dijo...

Ahora, me quedé pensando: desarmar un auto pieza por pieza para aprender?
El viejo del gordo estaba chapita mal!

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