DD.HH. admite su falta de voluntad

Oscar Gatica no debe saber muy bien lo que dijo. Al menos, si pudiera sustentar la esencia de sus palabras tendría que haberlas acompañado de un arrepentimiento más concreto. Por ejemplo, una renuncia.
El segundo de Rubén Funes (que como hacen en este caso las ratas sigue escondido), salió a decir que la barbaridad que hicieron con la familia Tartaglia fue "un error involuntario". Ajá. Muy bien. Lo único que faltaba es que dijeran que había sido a propósito.
Esa tremenda metida de pata, justamente, es una demostración cabal de lo "INVOLUNTARIO" que es el gobierno es materia de Derechos Humamos. Involuntario quiere decir SIN VOLUNTAD. Nada más perfecto para definir el perfil de Funes y los suyos en el área de Derechos Huamanos.
La verdad es que frente a semejante despropósito no queda otra: o Funes presenta su renuncia sin necesidad de que se la pida el gobernador, o se doctora en caradurismo y sinvergüenzería.