El antiguo jefe llegó en un portentoso vehículo. ¿Y a que no saben quién le hacía de chofer? ¡Manolo Baladrón! Con una cara de recién levantado que daba calambre, el diputado nacional ingresó su portaaviones con ruedas en el garage del Motel Caldén y por la puerta del acompañante se bajó Rubén Hugo Marín.
Una reunioncita de Convergencia Peronista estaba convocada el sábado a la tarde para definir –entre otras cosas– si ese espacio es o está. Ser o no ser, esa es una de las cuestiones.
Si en vez del más puro (sur)realismo esas imágenes hubieran sido una ficción, tal vez se hubiera tratado de Jurassic Park, o de El Regreso de los Muertos Vivientes.
La fauna que se juntó a seguir lamiendo heridas de la derrota, a masticar el resentimiento por los otros que se unen, incluyó figuras como la de la mentada pero desaparecida Chica del 17: Emilce Montenegro de Ozzán eligió un vestido colorido para la ocasión, como si se tratara de una fiesta.
En realidad, el encuentro tuvo otros tonos, más parecidos a los del otoño del patriarca. Marín dijo que no será candidato a nada el año que viene, pero los puesteros que lo rodean no dan el brazo a torcer: Manolo no se baja ni en pedo de su sueño de revalidar la banca, como si tuviera votos o merecimientos.
La mayoría de los que allí estuvo coincidió en la necesidad de que Convergencia dé pelea por el PJ. “Si nos quedamos sin el partido no nos queda nada”, sonaron algunos gritos.
La mezcolanza fue incompleta: estuvo Santiago Giuliano, sí, y por supuesto Pepe Rodríguez, y desde ya toda la familia Marín (su esposa, María Ester Varela, o La Cachu, fue la última en llegar) pero unos cuantos ilustres de antaño brillaron por su ausencia, empezando por el nuevo “traidor” Roberto Robledo y ni hablar de los convergentes que se volvieron plurales, o los que se recuestan sobre Eduardo Duhalde, o los que mejor la miran de afuera (¿dónde estarían, por ejemplo, Carlos Aragonés, Elsa Lluch, Néstor Alcala, Luis Roldán, César Ballari, Luis Galcerán?).
No se animaron a faltar dos diputados que le quedan al espacio: Marianito Fernández y la Blanca Alegre. La impresentable larroudense Cristina Passo de García asomó las narices. Y hasta le dieron la bienvenida a personajes piquenses de la calaña de Antonio Vicente (ex diputado) y el Rosco Ibarra (ex mandamás del ISS).
Los tipos que manejaron la caja del Banco de La Pampa también son agradecidos, por lo que se ve: Néstor Bosio y Rodolfo Schamsanovsky, hijos de los negocios políticos del marinismo, aparecieron por el motel. También el Tomate Suárez, que siempre está. Hasta se hizo ver el ex ministro de Educación Miguel Tanos. Y regresó a las pistas el ex subsecretario de Asuntos Agrarios Juan Aurelio Isequilla.
Todo para decidir que el próximo 8 de noviembre habrá otro encuentro. Y para entender que Marín se sigue yendo de a poco: anunció ahora que le gustaría que haya una mesa de conducción, lo que es lo mismo que decir que él ya no será el único dedo que digite vida y obra de sus seguidores.
4 comentarios:
Pensé, con perdón de las momias, que ya reposaban en su eterno descando, pero es como la maldición: vuelven una y otra vez para joderle la vida a los vivos.
Igual me parece que se recauchutó un poco el tío, fíjense que tiene la piel como mas suavecita. Se le nota tambien en la parte entre la nariz y la boca, no la puede mover. Se ve que ahí está el cachito de plástico
que interesante el banquete, jesus y sus apostoles en el motel calden cerca del mitico cabarute jarana. y bueno ahora pensando en que si la policia allanaba el lugar como les paso a los narcos mejicanos hubiera encontrado algunos papeles comprometedores y eso que era en la ruta cinco y no en un coto de caza alejado de santa rosa donde el servcio de caza va en el combo con un paraiso de prostitutas....y esto no esta lejos de carlos casares. la politica es una asociacion ilicita como el alcohol democraticamene aceptado
fe de e-tratas
donde dice 5 debe decir 35...
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