sábado, 13 de septiembre de 2008

Homenaje a la memoria y la esperanza

El obispo Adolfo Arana, el coronel Ramón Camps, el capellán del Ejército Alberto Espinal y el mayor Luis Baraldini, juntos, en una misma foto, en la misma vereda, defendiendo el mismo interés. La biblia y la espada, mezcladas y apuntando a lo mismo, también en aquellos tiempos de la Subzona 14.
Esa es la foto de tapa del libro "El Informe 14", que en un colmadísimo salón del Concejo Deliberante presentaron sus autores Norberto Asquini y Juan Carlos Pumilla, con el invalorable aporte de Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.
El encuentro, repleto de emoción, cariño y ternura, fue un homenaje a la Memoria, pero también a la Esperanza; un canto a la búsqueda de la Verdad y la Justicia. El libro es un tremendo aporte a la historia de La Pampa, cuando todavía voces oír se dejan diciendo que esta provincia fue una isla durante la época del terrorismo de Estado, que arrancó con el gobierno constitucional de Isabel Martínez de Perón y se potenció durante la atroz dictadura militar.
La edición fue un aporte conjunto, además, de la Editorial Voces de la Cooperativa Popular de Electricidad (representada por Armando Lagarejo) y de la Universidad Nacional de La Pampa (en presencia del secretario de Extensión Luis Díaz), que entendieron la necesidad de trabajar en conjunto y para coronar ese trabajo mancomunado organizaron la presentación en el recuperado salón legislativo de la Municipalidad de Santa Rosa.
Fue un encanto escuchar el relato acerca de la desesperada espera de Pumilla y Asquini, en la segunda quincea de agosto, para ver qué ocurría con la ciudad, y con el salón del CD que ya tenía fecha para el lanzamiento formal del libro. Estaba instalado todavía el temor de que las sombras fascistas se apropiaran del espacio donde en la noche del viernes reinaron la fraternidad y los aires libertarios. "Por suerte hoy veo las caras de los amigos, y los familiares, y nos abrazamos entre todos", dijo Pumilla y volvió a instalar ese pensamiento respecto de qué hubiera ocurrido si el 31 de agosto hubiera sucedido lo peor.
El asunto es que el lugar quedó chico para tanta energía acumulada y para la cantidad de gente que se arrimó a darse un abrazo. Los augurios de Pinky Pumilla, prometiendo que las cosas serán lindas y justas "más temprano que tarde", erizaron la piel y llevaron hasta las lágrimas a algunos protagonistas directos de esas historias cargadas de dolor pero también de sueños que atraviesan la 330 páginas de "El Informe 14", prologado por el juez Daniel Rafecas.
Las deliciosas palabras de Pinky, sencillas pero hermosas, fueron la frutrilla del postre: encendieron las ganas de luchar, de no darse por vencidos, de esperar algo mejor de cada uno y de los colectivos, de dar ese paso hacia adelante que la utopía siempre anda reclamando. Pidió, además, lectores no sólo críticos, sino impiadosos, que se la agarren con su obra, que la destrocen. Que rompan -dijo- las páginas en pequeños pedacitos, porque será un modo de reescribir lo que está incompleto, de honrar ese libro perfectible.
"El informe 14" está ahí, esperando a que miles de ojos, corazones y cabezas se le suban encima; aguardando a que el Estado los distribuya en las escuelas, para que los maestros y los alumnos se empapen de esa verdad que ocurrió acá a la vuelta de la esquina y que sin embargo en algunos rincones sigue tan ignorada porque unos cuantos personajes se empeñan en ocultarla y meterla bajo la alfombra.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Moseñor/a Arana; el cura Epinal o Espinal, hombre todopoderoso por años en el colegio de curas (creo llegó a ser rector; el chicho camps, y el "valiente" baraldini. Toda una postal. Más allá del contenido del libro, que seguramente se descubrirán algunas omisiones, es interesante la labor del puma, un luchador de la primera hora, sin dobleces.

Anónimo dijo...

"más temprano que tarde" lo que ha sucedido obtendrá justicia! es inevitable. A nuestros hijos les enseñamos que todo acto tiene consecuencias y los juicios a los genocidas son necesarios en un pais acostmbrado a no creer en la justicia. La historia se escribió de una manera y hay que relatarla verazmente, "el Informe 14" contribuye a ello y hay que leerlo para que nadie crea que pueda hacerse el desentendido y aducir que no sabía lo que pasaba, mucho menos el periodismo de Santa Rosa.

Anónimo dijo...

Ya que estaba Luis Diaz,porque no le preguntaron sobre violencia de genero y adulterio?

Anónimo dijo...

El mejor homenaje a esta extraordinaria contribución de Pumilla y Asquini la hizo el Frepam, dándole la presidencia de la Comisión de Derechos Humanos a los fascistas de Tierno. ¡No tienen vergüenza! Ni los traficantes del Frepam ni los votantes que todavía los defienden.

Anónimo dijo...

adhiero al anónimo anterior. Y pregunto: donde puedo adquirir el libro?

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