De Matteo responde a la "delación"

El pasado sábado 2 de agosto, un lector o lectora dejó un comentario aludiendo a la presencia de Sergio De Matteo en la marcha del Foro de Trabajadores de la Cultura. Decía lo siguiente: “En una de las fotos (la última, creo) aparece Sergio Di Matteo, chupa-chupa de Nohaymeta, el salame que está haciendo nada en la subsecretaría de cultura. Digo, este Di Matteo para que lado patea? para el lado del sorete?”. De Matteo decidió responder ese comentario mediante una carta abierta, que se publica a continuación y que –la verdad– vale la pena leer hasta el final.

Respuesta a la delación
En este país, en esta provincia y en esta ciudad, en las últimas décadas se ha destacado más que el análisis científico de la realidad la "opinología", más que el debate frontal y constructivo la "bravuconada", más que la toma de posición la "delación". En ese sentido, considerando las líneas que me dispensa el (d)enunciador "anónimo", y para aclarar y transparentar sus dudas le voy a responder —como siempre lo he realizado en el campo social— anteponiendo mi nombre, responsabilizándome como ciudadano, tanto de mis prácticas privadas como públicas, individuales como colectivas, culturales como políticas.
Primero y principal necesito enmendar el error que comete con mi apellido, el mismo sería —si me permite corregirlo— De Matteo y no Di Matteo. Apelo a la "carta abierta" y como lo he refrendado muchas veces en "hacerme cargo" de lo que digo y de lo que hago. Bien lo ha expresado la poeta Ingeborg Bachmann: "Nadie escriba esta frase/ que no la firme", o más punzante todavía es la línea de Walter Benjamin: "Quien no pueda tomar partido debe callar".
Y las citas no son para darme de ilustrado, sino para entrar en materia, y sencillamente contarle —a este buen hombre o buena mujer­— que tiene todo el derecho de juzgar mis quehaceres profesionales y personales, debido a que mis actividades tienen que ver con la historia y el discurso social.
Quizá no deba explayarme sobre las tareas que realizo en la Subsecretaría de Cultura, los medios de información y el archivo muestran y demuestran el mismo, pero si todavía tiene dudas, está invitado/a a hacerse una pasada y se lo cuento personalmente.
Lo que más me interesa analizar en esta diatriba es el compromiso, la militancia y la toma de posición que esta persona pone en dudas. Por lo menos, en este caso, tenemos una certeza: todos saben quien es el que habla: o sea yo: o sea De Matteo. Por lo tanto lo que diga y explicite podrá comprobarlo no sólo usted, sino los lectores de este blog, yendo a buscar las notas a los que los remito y en donde he denunciado y analizado el pensamiento autoritario y fascista de Juan Carlos Tierno. Es más, si le queda tiempo, todos los miércoles a las 22 hs. puede oírme en directo en el programa El Estado de las Cosas (FM Sonar: 91,3) y llamar, si quiere, así por lo menos conozco su voz (anónima) y su género. Y le aclaro que mientras nuestros funcionarios, dirigentes, artistas, empleados, se preparaban para disfrutar sus bien ganadas vacaciones, muchos periodistas, conductores de radio, "bloggeros", analizábamos y preveíamos la catástrofe municipal que se avecinaba. Puede pedir los audios y verificar lo que hablábamos antes de las marchas multitudinarias.
Columnas en el diario El Extremo Sur de la Patagonia (www.elextremosur.info)
y que he subido a www.movimientolapampa.blogspot.com o www.eclipsadoporlabelleza.blogspot.com
Y en cuanto a la referencia de qué lado estoy, considero que las notas escritas y lo dicho en la radio responden por sí solo al buen entendedor.
Pero quizá deba agregar algo más, porque, como decía al principio, convivimos en medio de cambios sustanciales de opinión y posicionamientos ideológicos, potenciados además por la falta de compromiso, coherencia y formación, no sólo de los políticos sino también de gran parte de los vecinos y vecinas. Si no fuera así, hoy no tendríamos que estar discutiendo y planteando estrategias para que no se reitere el caso "Tierno".
Entonces, por si no se dio cuenta este/a interlocutor/a "anónimo/a", formo parte de los defensores de la democracia, de la cultura, y he participado en cada una de las movilizaciones y también he sumado mi "opinión" con nombre y apellido.
Es más, para que le quede más claro, y sepa muy bien en donde estoy parado: intermediarios del ex intendente sondearon (por no decir que me ofrecieron casi oficialmente) la Dirección Municipal de Cultura, propuesta que rechacé de inmediato porque me encuentro en las "antípodas" del pensamiento de Tierno y sus acólitos: no concibo como ordenamiento social la opción autoritaria y fascista. Por ejemplo, para que vea que este alineamiento no es circunstancial como la de muchos "marchistas", puede verme todos los marzos en la Plaza San Martín recordando el golpe militar de la última dictadura, o haciendo memoria de los fusilados del '56 por la revolución libertadora, o denunciando públicamente a los partícipes de los "grupos de tareas" de la Triple A y el Proceso de Reorganización Nacional, y podría seguir agregando más participaciones que se extienden en el tiempo.
Sencillamente, para que lo sepa, y sino que se lo cuenten, a éste que usted (sra. o sr.) denuncia como Di Matteo pero es De Matteo, desde la delación anónima, no aceptó un cargo de funcionario que le permitiría hacer mucho más por la cultura de lo que ha realizado hasta hoy, porque tiene principios, tiene memoria, y por más que nuestra ciudadanía esté permeada por el exitismo de la sociedad espectacular, prefiero seguir respondiendo a mi conciencia de clase, a mi coherencia ideológica, a mi tendencia revolucionaria; por más que les pese a algunos.
Ser funcionario de Tierno es un estigma insalvable, es compartir una patología que no concibe a los otros como iguales sino como enemigos, es estar del lado de Thanatos y no de Eros, es elegir la pulsión de muerte y no la del amor. Porque esa concepción de ciudad se aleja de mis ideales y, además, no podría compartir la mesa con mi madre, mis hermanas, ni mi pareja, sabiendo que sirvo a alguien que ha humillado, golpeado, a las mujeres. No podría dejar que se mancille bajo el precepto de la obediencia y las "costumbres morales" del fascismo la imaginación ni el talento de nuestros artistas, tan sólo por ocupar un espacio y creerme un engranaje del "poder". Tengo conciencia: la libertad de pensamiento, para algunos/as, no tiene precio.
Lo o la saluda atte. (quien usted delata desde el anonimato).

Sergio De Matteo