Libre asociación, libre expresión, libre decisión

El Colectivo Social y Cultural 1 marzo -que fue noticia el jueves, cuando el espacio que ocupan fue "visitado" por la Policía- difundió un documento en el que explica que está "conformado por un grupo de personas que participamos en distintas actividades culturales y sociales. Estudiantes, trabajadores de prensa, educación, desocupados, obreros, organizaciones barriales, grupos y gente afín que intercambiamos información, materiales, prácticas y experiencias, no sólo remitiéndonos al ámbito de Santa Rosa. Al colectivo lo entendemos como un espacio de intercambio, desde la igualdad de opiniones, desde la horizontalidad, por oposición al autoritarismo, donde las diferencias nos potencian y enriquecen en lugar de limitarnos. Funcionamos de manera independiente (de espacios políticos, religiosos, estatales, comerciales, etc.) como un lugar de creación autogestionado y de apoyo mutuo".
Señalan que "no es algo fijo, está en permanente construcción, y abierto al aporte de quienes deseen manifestar inquietudes, ideas individuales y de grupos que aporten a un cambio social para vivir en una sociedad más justa y solidaria. Por la necesidad de un espacio físico que nos permita realizar este proyecto con estas perspectivas es que decidimos recuperar un salón abandonado en constante deterioro, de lo que nos enteramos por aporte de los vecinos, averiguaciones y recopilación de información".
"La intención -añade el documento- es reactivarlo con actividades que realizamos y tenemos proyectado realizar son: huerta, jardín, mejoramiento de las condiciones del lugar, biblioteca popular, videoteca, ferias de comercio justo e intercambio, apoyo escolar, proyecciones fílmicas, encuentros literarios, así como permanentes de debate, intercambio de opiniones, talleres específicos (serigrafia, artesanía, teatro, malabares, literatura, música, etc). Todo esto planteado se pone en riesgo cuando aquellos que dejaron el lugar librado al deterioro intentan arremeter contra este proyecto. Desde hace varios días hemos sufrido, por parte de estos, persecuciones y amedrentamiento, dándose el caso de autos que paran y miran, y en algunos casos hasta han seguido a alguno de nuestros compañeros a paso de hombre, varias cuadras, con intenciones claramente intimidatorias. Esta situación culminó con la llegada, el jueves 5 por la mañana, de supuestos dueños del lugar (ya que nunca pudieron comprobarlo) y la policía. Ambos actuaron de forma muy prepotente, hurgando en el espacio, intentando entrar de prepo, y sin ninguna orden judicial avasallando nuestros derechos como ciudadanos. Sentimos violada nuestra libertad de pensamiento y de expresión política. A modo de ejemplo citamos frases expresadas por una de estas personas: 'el flaquito de barbita le tiro huevos al intendente, no puede ser buena persona'; al mirar una de nuestras banderas despectivamente: '¿cómo que la tierra para quien la trabaja?'; al ver libros: 'a este lugar no lo van a usar para ideología'”.
"Dados estos hechos y después de reunirnos con nuestro abogado, decidimos realizar las denuncias correspondientes. Convocamos a los vecinos de Santa Rosa a solidarizarse y apoyar este proyecto que es colectivo y abierto y que aporta a una sociedad más justa, inclusiva y libre", redondea el documento del colectivo.