Brasil-Argentina: un embole

Brasil y Argentina le dieron forma anoche a un apático empate sin goles que dejó conformes a ambos y llevó un poco de alivio al entrenador Dunga y al "seleccionador" Alfio Basile. Si bien la igualdad fue el resultado que mejor se ajustó a un desarrollo olvidable por donde se lo mire, el mejor jugador de la cancha terminó siendo Roberto Abbondanzieri por tapar dos pelotas de gol.
La creatividad y el buen juego que podía esperarse al convivir en el campo de juego tantos millones de dólares/euros no aparecieron en ningún momento. Y entonces el clásico más importante de Sudamérica (y uno de los de mayor relevancia en el mundo) se convirtió en un fiasco cargado de nerviosismo.
El silencio con el que la multitud que copó el estadio Mineirao siguió la mayor parte del primer tiempo fue un claro reflejo de lo floja que resultó la etapa inicial, casi un atentado contra el buen gusto futbolero. Quedó en claro que los dos equipos tenían mucho miedo a perder porque fue poco y nada lo que arriesgaron en ofensiva y eso se tradujo en 45 minutos opacos.
Llamó la atención el marcado respeto que Brasil le tuvo a una Argentina que manejó la pelota durante mayor tiempo pero que careció de profundidad al atacar. De hecho, la llegada más peligrosa se produjo a los 45 minutos, cuando Fabricio Coloccini metió un pelotazo largo, Lionel Messi se le escapó a Lucio y, al intentar cruzarle el remate a Julio César, le pegó mordido y muy desviado.
Pese a que tuvo la pelota en menor medida, Brasil contó con las dos situaciones más claras de la etapa. A los 22 Roberto Abbondanzieri le tapó espectacularmente un remate franco a Julio Baptista.
Pero al minuto siguiente el "Pato" casi arruina esa gran intervención al salir a destiempo sobre la derecha, luego de que Robinho burlara el offside que intentara forzar la defensa argentina. Cuando el atacante ingresó al área, el arquero lo tomó de la espalda, pero como Robinho no se tiró y siguió la jugada, el colombiano Oscar Ruiz no sancionó penal.
Si el primer tiempo había sido deslucido, el segundo resultó todavía peor. Se la pasaron prestándose la pelota y fueron contadas las ocasiones en que estuvieron cerca de convertir.
Por el lado de Argentina hubo un disparo elevado de zurda de Julio Cruz, un remate de Lionel Messi que llegó a ser desviado con lo justo por Juan y otro disparo del ingresado Sergio Agüero que se fue por arriba.
Pero la más clara llegó en el minuto final cuando Messi exigió a Julio César y luego tomó el rebote y remató desviado.
Brasil tuvo una sola chance en ese segmento: el tiro libre al ángulo que Abbondanzieri le sacó al córner a Baptista, el más incisivo de los locales.

Al final Basile hizo entrar a Rodrigo Palacio en reemplazo de Messi, en lo que se constituyó una tomada de pelo al atacante xeneixe, ya que sólo faltaban 30 segundos de partido y Palacio había sido el que salvara a la Selección en el anterior partido contra Ecuador.

Pero al coach criollo le sirvió el empate para al menos salir indemne ante el rival que le había asestado dos 3-0 en su segundo ciclo en el seleccionado. Dunga, en cambio, se fue abucheado al grito de "burro, burro", pero el empate parece poner a resguardo su continuidad en el cargo.

Formaciones:

Brasil: Julio César; Maicon, Lucio, Juan, Gilberto; Mineiro, Gilberto Silva, Julio Baptista, Anderson; Robinho y Adriano. Director técnico: Dunga.
Argentina: Roberto Abbondanzieri; Javier Zanetti, Nicolás Burdisso, Fabricio Coloccini, Gabriel Heinze; Javier Mascherano, Fernando Gago, Jonás Gutiérrez; Juan Román Riquelme; Lionel Messi y Julio Cruz. Director técnico: Alfio Basile.
Cambios: en el primer tiempo, a los 33 minutos, Diego por Anderson (B). En el segundo tiempo, a los 22 minutos, Sergio Agüero por Cruz (A); a los 25, Luis Fabiano por Adriano (B); a los 33, Daniel Alves por Diego (B); a los 38, Sebastián Battaglia por Riquelme (A) y, a los 46, Rodrigo Palacio (A) por Messi.
Recaudación: U$S 4.300.000.
Arbitro: Oscar Ruiz (Colombia).
Estadio Mineirao.

(Fuente: DyN)