viernes, 30 de mayo de 2008

Siervas del Señor

Sigue conmoviendo el caso de los curas que lavaban el cerebro y reducían a la servidumbre a un grupo de jóvenes, acá a la vuelta de la esquina de la tan pacata Santa Rosa. La acusación alcanza al cura de la Catedral de Santa Rosa, Antonio Martínez Racionero y a otro sacerdote español, Ricardo Latorre Cañizares. Estarían vinculados al Opus Dei, a través de una agrupación llamada “Siervas del Señor”.
Pasaron por el instituto unas 70 jóvenes. Ahora hay alrededor de una decena, siempre de entre 12 y 32 años. De acuerdo a lo que dice la denuncia ante el juez Carlos Flores, ahí pasan cosas como éstas.
–No dejan ingresar varones a la casa, sólo lo pueden hacer los dos curas.
–Las internas no pueden comer alimentos dulces: así se suprime la actividad de una feromona que estimula la voluntad.
–Les fijan un cronograma estricto de horarios: deben ir al baño al levantarse sólo "por unos minutos", lavarse los dientes una vez al día.
–No pueden utilizar condimentos, ni ingerir mate, té y café porque son estimulantes.
No pueden hablar con sus compañeras de cuestiones personales, excepto que estén relacionadas con la religión y el Instituto.
No pueden realizar compras los domingos por tratarse del “día del Señor”.
–Todo el día están “ocupadas” con actividades religiosas (meditación, lectura espiritual, misa diaria, visita al Santísimo).
–A las que estudian, les quedan para esa actividad 45 minutos diarios: uno de los objetivos es impedir su acceso a un nivel superior de educación.
–No son autorizadas a atenderse con médicos o profesionales varones.
–Cuando les recetan medicamentos deben “consultar por teléfono a supuestos médicos de España”, quienes "desautorizan las recetas y las conminan a no utilizar los medicamentos recetados y a curarse sólo con la voluntad de Dios".
–La mayoría de las chicas sufre de trastornos en la alimentación, desnutrición, debilitamiento físico y mental, gastritis, problemas intestinales y estomacales.
–Todas tienen problemas de fobias, desvanecimientos, cefalea: tendrán que acudir a tratamientos psicológicos y psiquiátricos de por vida.
–Tienen prohibido acercarse a cualquier otra persona a una distancia menor a un metro: así se evita la actividad del deseo sexual.
No pueden besarse, abrazarse o tocarse con otras personas, incluso con sus padres y familiares directos.
–Deben vestirse con ropas que no resulten “llamativas”, no le pueden mostrar el cuerpo a nadie, no pueden usar relojes, celulares, anillos ni artículos de tocador.
–Cuando van a la iglesia deben comenzar a rezar cuando trasponen el umbral de la casa hasta que ingresan al lugar de destino, para evitar pensar en otra cosa.
–Deben mirar hacia el piso, no mirar a la cara a otras personas, no pueden mirar vidrieras, tienen calles y cuadras prohibidas para el tránsito, por ejemplo la avenida San Martín.
–Practican “restricción mental”: no deben mentir, “es el mayor pecado”.
–Les ordenan no decir nada de su actividad, usan la máxima “ocultar no es mentir”.
–El “voto de pobreza” implica ceder en casi todos los casos, a sus superiores, las tarjetas de débito y su clave, de la cuenta en la que depositan sus sueldos y otros ingresos.
(Ilustración: Marmotazo)

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Ante semejante barbarie, me imagino como se estará moviendo la Secretaría de DDHH de Funes y cía., como así el juzgado de la familia y el menor, verdad fisgones?

Anónimo dijo...

y los padres de las chicas que opinan? no saben? o miran para otro lado como acostumbran los fanaticos catolicos???

Anónimo dijo...

Una vez lo vi a Angel Cirilo Aimetta entrar a esa casa de la calle O'Higgins.

Anónimo dijo...

Y yo una vez vi a Sonia Tueros que miraba cómo entraba Aimetta a esa casa.

Anónimo dijo...

Y YO VI A SONIA TUEROS, COMO ENTRABA Y SALIA DE MUCHAS CASA...

despistada dijo...

A mí no me sorprende en absoluto. O alguien creía que el Opus Dei es solo un fantasma de tiempos remotos?
Creo, en todo caso, que éste es otro hecho más para preguntarnos... digo, no me parece una coincidencia azarosa que en esta Santa Rosa estén pasando estas cosas.
Es solo otro signo de que existe demasiada gente con anteojeras y mirando para otro lado. Claro que no es cualquier signo... se trata de pibas, reverendos H.D.P!!!

confusio dijo...

y yo vi al lalo recalde entrar a la misma casa del brazo con angel cirilo aimetta y luego salir a los dos con sonia tueros... de ahí se fueron a comulgar

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