No tienen cura: el PJ blanquea su "ternura"

A tono con las declaraciones que hizo el gobernador Oscar Mario Jorge la semana pasada, cuando culpó al “populismo” del déficit en la Municipalidad de Santa Rosa, el PJ pampeano ya empezó a blanquear su aval a la candidatura de JCT, acusado de golpeador y torturador y denunciado doblemente ante la Justicia.
¿Qué puede esperarse, al fin y al cabo, de una asociación partidaria que parece premiar la mentira y la deshonestidad; que deja en la vía a los militantes consecuentes y en cambio reconoce a los puesteros que practican la obediencia debida; que tiene como presidente a un buchón?
Tierno pasó por encima de la ley y la Constitución en los 87 días en que estuvo como jefe comunal; y dejó el municipio en virtual “concurso preventivo”, según la metáfora que utilizó el interventor Gustavo Fernández Mendía.
Pero así y todo el PJ le está allanando el camino para que vuelva a ser candidato, sin tomar noción del peligro que esa circunstancia puede significar para la ciudadanía.
El vicegobernador Luis “Cacho” Campo, convertido en vocero de todos los encuentros del consejo partidario, empezó a abrir el paraguas: como son cómplices de Tierno y sus secuaces, dijo que en el PJ no les quedaría otra que aceptar su participación en una interna y su eventual triunfo.
En ese caso –dijo– él y los demás estarían dispuestos a respaldarlo. “Todo se resuelve desde el sentimiento y las convicciones. El compañero que gane una interna, tiene el derecho a que el partido lo apoye. Y en los compañeros está la obligación de acompañarlo. Admito que hay diferentes posturas, pero no podemos negarle el acompañamiento a quien gane una interna. Máxime cuando no está impedido de presentarse por una causa judicial. No queda ninguna duda de que el Partido Justicialista corresponde que lo respalde”, dijo Campo.
Lo que no dijo es que por ahora Fernández Mendía dejó en palabras sus acusaciones respecto del caos que heredó de la gestión maldita. ¿Por qué no hizo la denuncia judicial?
Campo tampoco dijo nada respecto del oscuro pasado de Tierno. “El partido no puede objetar nada –insistió Campo, como reconociendo entonces que en el PJ todo vale–. En todo caso, lo que se puso en marcha, con la intervención, fueron mecanismos que las leyes prevén. Se puede juzgar si fue o no apresurado. Para los que nos tocó llevar a cabo el proceso, entendíamos que era necesario hacerlo en ese momento. No hay ningún invalidante, más allá de lo ético. Pero desde el partido, institucionalmente, no se puede medir esa ética. En todo caso lo puede medir el votante”.