El juez de Victorica, Carlos Roberto Espínola, dejó a salvo al ex gobernador Rubén Marín de la investigación por la agresión a la prensa durante el congreso partidario del 18 de noviembre de 2006.
El magistrado –que fue designado en ese cargo por el propio Marín y es el mismo juez que ordenó el desalojo de la puestera Tiófila Videla– se negó a llamar a declarar a Marín, en el marco de esa causa que investiga cómo y porqué agredieron a un trabajador de prensa.
Por ese mismo hecho, la fiscal Alejandra Ongaro había pedido que Marín fuera indagado ante la posibilidad de que hubiera cometido un delito, pero prontamente el juez Pablo Balaguer mandó el caso al archivo.
Espínola investiga el ataque contra el periodista Juan Pablo Gavazza, a quien el 18 de noviembre agredieron en el congreso del PJ en Victorica. Ese día, un puntero marinista le pegó por la espalda y lo derribó al piso, donde trataron de darle patadas.
Una testigo, Zaira Mendoza, aseveró que la idea original de la patota era asestarle un puntazo con un arma blanca.
El abogado de Gavazza, como querellante particular, solicitó que Marín fuera citado a declarar para que explicara si conocía al puntero que lo agredió, y para que explicara porqué casualmente ese día -5 minutos antes del ataque- vituperó a "las revistas de Santa Rosa". Marín, además, era el máximo responsable de la seguridad en ese congreso. Como presidente del PJ hubiera tenido que responder porqué no había policías en el lugar y porqué la patota agresora huyó con facilidad no sólo del lugar sino de la localidad. Tras el hecho, el periodista hizo una carta abierta dirigida al ex gobernador.
La Justicia procesó por el ataque únicamente a David Cofré, un integrante del clan conocido como “Los Veco”, que lidera el puntero Ramón "Pepe" Rodríguez. Nunca se siguió la pista que condujera a los que "marcaron" al periodista. Tampoco la pesquisa se dirigió hacia los autores intelectuales. Y no hubo esfuerzos por confirmar si efectivamente quisieron aplicar un "puntazo". El fiscal del caso fue Raúl Miño, también designado por Marín.
Cuando se produjo el ataque, Marín y el entonces gobernador Carlos Verna –que ya protagonizaban la feroz interna que derivó en el enfrentamiento del 1° de julio del año pasado– estaban sobre el escenario, a menos de 5 metros del escenario de la agresión. Pocos minutos antes Marín había hecho un encendido discurso, atacando con virulencia a parte del periodismo, y en especial a “las revistas de Santa Rosa”.
Gavazza, el agredido, es periodista de la revista El Fisgón y del diario El Diario.
Después de su testimonio clave, Zaira Mendoza fue atacada en su domicilio de Ingeniero Luiggi: “Le dijimos que te callaras y no te callaste”, le dijeron.
El hecho de violencia contra el periodismo dejó al ex gobernador muy mal parado ante la opinión pública, a tal punto que –dicen– en una reunión de gabinete inmediatamente posterior al hecho, Verna se refirió a ese congreso del PJ como “el Cromañón de Marín”.
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