La iniciativa, que en la Cámara de Diputados ideó Héctor Recalde (foto, abogado estrechamente vinculado a Hugo Moyano y la CGT), quedó aprobada pese al voto en bloque del kirchnerismo, que se opuso por sugerencia del ministro de Trabajo Jorge Tomada.
Hubo 34 votos a favor y 26 en contra.
La nueva ley, en rigor, derogó el artículo 141, que dice que "el salario mínimo, vital y móvil no podrá ser tomado como índice o base para la determinación cuantitativa de ningún otro instituto legal o convencional".
La prohibición se ntrodujo en los '90: así el salario mínimo quedó sólo como piso salarial de todos los trabajadores, estén o no comprendidos en los convenios de trabajo.
Si el gobierno no veta la normativa el salario mínimo se podría incorporar como una referencia para ajustar los sueldos o para limitar beneficios. También para vincular el haber mínimo de los jubilados con el salario mínimo.
Dice Artemio López que más allá de las desprolijidades en su aprobación por parte del oficialismo, se trata de una reivindicación histórica del movimiento de Jubiliados que reclama desde siempre que la los haberes jubilatorios representen el 80% del salario en actividad.
La ley es "técnicamente imprescindible para garantizar la evolución de la jubilación mínima que hoy cobra el 75% del universo de jubilados y ampliar la base de representación gremial hacia el universo de trabajadores jubilados que romperán también su aislamiento como grupo social a la hora de actualizar haberes, aislamiento producto de los descalabros neoliberales introducidos por la ley de empleo menemista consagratoria de la flexibilización laboral y su festival de contratos eventuales, pasantías, temporales".
1 comentario:
che menos mal que la oposicion es golpista y anti popular.
que garcas con los trabajadores son los k.
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