No es ningún secreto que estaba destinado a ser un grande entre los grandes y a poner en riesgo, incluso, aquella primacía del argentino Juan Manuel Fangio a la hora de contar títulos mundiales: pero un día -y más precisamente un día como hoy, 1 de mayo, aunque de 1994- el brasileño Ayrton Senna da Silva murió en su ley.
Senna falleció en plena competición, en el célebre circuito de Imola (Italia).
El tiempo ya le había alcanzado para demostrar precozmente su valentía y genialidad: se había quedado con tres títulos mundiales de Fórmula 1: en el '88, '90 y '91.
Su trayectoria deportiva no sólo incluye otros dos subcampeonatos, sino -por ejemplo- el curioso detalle de que en el año '89 partió en todos los Grandes Premios desde la primera fila.
Cuando murió, tenía 34 años.
Pero además de un enorme piloto, Ayrton era un personaje de esos que no se olvidan: amaba la velocidad y el automovilismo al punto de contar, como si tal cosa, que en la curva Eau Rouge en el Circuito de Spa-Francorchamps hablaba con Dios.
Fuera de las pistas, era muy religioso. Pero así y todo pasó a la historia su supuesta romance con Xuxa, la actriz que pasó de estrella del erotismo a la conducción de programas para chicos. Los Ramones le hicieron un concierto en homenaje, 9 días después de su muerte. Y Tina Turner le dedicó "You're simply the best".
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