Hoy, 3 de Mayo, se celebra el Día Mundial de la Libertad de Prensa. Un invento, como todas las efemérides. En este caso se trata de una creación de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que data de 1993. Como suele ocurrir, los organismos que tienen el mayor poder político y financiero se apropian del sentido y los símbolos de esas pomposas jornadas. El Día Mundial de la Libertad de Prensa es promocionado, fundamentalmente, por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), una asociación que agrupa a los patrones del sector, y que tiene muy buenos oídos para todo aquello que tenga acento yanqui.
Con la efeméride como excusa, preferimos un pequeño perfil de un gran hombre, periodista y trabajador de prensa comprometido como Rodolfo Walsh, que fue quien inició en la Argentina el movimiento periodístico-literario de la novela testimonial con su insuperable "Operación Masacre", el libro que denunciaba la matanza ocurrida en José León Suárez.
Es a su vez el modelo de periodista militante comprometido con la lucha por la libertad y la igualdad. Promovió la participación activa de los trabajadores de prensa y no solamente el mero oficio de observar.
Pero antes de todo esto, Walsh fue lavacopas, lipiavidrios, comerciante de antigüedades y criptógrafo.
Se crió en el seno de una familia conservadora de ascendencia irlandesa y estudió en un
colegio de monjas de esa nacionalidad. En sus años mozos estuvo interno en una congregación de curas también irlandeses.
A los 17 años comenzó a trabajar en la Editorial Hachette como traductor y como corrector de pruebas, y a los 20 comenzó a publicar sus primeros textos periodísticos. En 1953 publicó su primer libro de cuentos, "Variaciones en rojo", con el que había ganado el Premio Municipal de Literatura de Buenos Aires.
Cuando se produjeron los fusilamientos de José León Suárez, Walsh estaba trabajando en la compilación de cuentos de la Editorial Hachette. Una tarde de 1956, jugando al ajedrez en un bar de La Plata escuchó la frase: "Hay un fusilado que vive". Nunca se le escaptó de la cabeza.
A fines de ese año, comenzó a investigar el caso con la ayuda de la periodista Enriqueta Muñiz, y se encontró con un gigantesco crimen organizado y ocultado por el Estado. Walsh decidió recluirse en una alejada isla del Tigre con el seudónimo de Francisco Freyre, y con la única compañía de un revólver. El 23 de diciembre Leónidas Barletta, director de Propósitos, denunció -a pedido de Walsh- la masacre de José León Suárez y la existencia de un sobreviviente, Juan Carlos Livraga.
Luego viajó a Cuba, justo después de publicar el Caso Satanowsky, en donde evidenció que matones de la SIDE asesinaron al abogado Marcos Satanowsky debido a oscuros intereses en torno a la propiedad del diario La Razón, y en cuya investigación da con los culpables.
En Cuba fundó la agencia Prensa Latina junto con su colega y compatriota Jorge Mascetti. Como jefe de Servicios Especiales en el Departamento de Informaciones de Prensa Latina, usó sus conocimientos de criptógrafo aficionado para descubrir, a través de unos cables comerciales, la invasión a Bahía de Cochinos, instrumentada por la CIA.
Walsh tuvo una tortuosa relación con la literatura, luego de haberse definido como marxista. ("Soy lento, he tardado quince años de pasar del mero nacionalismo a la izquierda").
Después de publicar "¿Quién mató a Rosendo?" dijo: "las cosas cambiaron realmente en 1968, cuando la política lo ocupó todo. Entonces empecé a ser un escritor político. Mis ideas sobre la novela han cambiado".
En 1969 empezó a militar en el Peronismo de base y en el '73 entró a la organización Montoneros con el grado de Oficial 2° y el alias de Esteban. Junto a su amigo, el poeta Francisco Paco Urondo, participa como fundador y redactor de Noticias, el diario de los Montoneros. A principios de 1974 deja constancia por escrito de sus diferencias de concepción, tácticas y estrategia con la cúpula.
Bajo el golpe de Estado encabezado por Videla, crea la Agencia Clandestina de Noticias (ANCLA). "Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo, oralmente. Mande copias a sus amigos: nueve de cada diez las estarán esperando. Millones quieren ser informados. El terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad. Derrote el terror. Haga circular esta información".
El 24 de marzo de 1977, al cumplirse un año de la dictadura, envía su "Carta Abierta de un escritor a la Junta militar" a las redacciones de los diarios, y nadie la publica.
El 25 de marzo, entre las 13:30 y las 16 horas, Walsh es secuestrado por un grupo de Tareas de la ESMA. Sobrevivientes de la ESMA le acercaron a su hija Patricia Walsh una versión de lo sucedido. Según esa versión Rodolfo debía ser tacleado por el oficial de Marina y ex rugbier Alfredo Astiz, quien falló en su intento. Esto generó una momentánea confusión que permitió a Rodolfo gatillar el revólver calibre 22 que guardaba en la entrepierna. Así hirió a uno de sus agresores, que quedó rengo (a fines del '77 ese hombre fue galardonado con una medalla en una ceremonia secreta de la ESMA).
El 25 de marzo de 1977 asesinaron al hombre que decidió para siempre ser "fiel al compromiso de dar testimonios en tiempos difíciles".
Sobre su más famoso libro, dijo Rodolfo Walsh: "Operación Masacre cambió mi vida. Haciéndola descubrí, además de mis perplejidades íntimas, que existía un amenazante mundo exterior".
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