Videla no quiere ni acordarse

Una de las peores personas (por no decir lacras) que estuvo “al mando” de la Argentina, es decir el golpista Jorge Rafael Videla, se negó a declarar hoy en la causa que se le sigue por los innumerables delitos cometidos durante la pasada dictadura militar.
Antes de eso, el represor volvió a argumentar que su delictivo accionar es “cosa juzgada” a la vez que intentó instalar la idea de que la acción penal ya prescribió.
“Se remitió a lo que dijo –hace más de dos décadas– ante el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas”, sintetizó su abogado defensor. Luis Eduardo Boffi Carri, al término de la audiencia encabezada por el Baltazar Garzón argentino, o sea el juez federal Daniel Rafecas, a cargo de la “megacausa” reabierta en 2003.
Luego de realizar su perorata de la “cosa juzgada”, de la “prescripción” de la causa y de “jueces naturales”, el genocida Videla se negó a declarar y fue trasladado a su lugar de detención en Campo de Mayo.
Videla había llegado esposado a los tribunales federales de Comodoro Py 2.002 poco después del mediodía y en menos de una hora concluyó la diligencia procesal.
Para evitar eventuales planteos de nulidades, Rafecas impuso a Videla alrededor de medio centenar de casos de violaciones a los derechos humanos que se le suman a otros por los que ya había sido indagado.
Entre los nuevos hechos está el que tuvo como víctima al joven Rolf Nasim Stawowiok, de origen alemán, detenido el 21 de febrero de 1978 y cuyo cadáver fue reconocido por profesionales del Servicio de Antropología Forense.
Además de las nuevas imputaciones, Videla ya tiene tribunal oral para el juicio por alrededor de 600 hechos, aunque sin fecha para el debate oral y público.
También está elevada a juicio el caso de la ciudadana de nacionalidad alemana, Elizabeth Kasseman, donde el gobierno de ese país solicitó la extradición de Videla.