miércoles, 10 de marzo de 2010

La Corte de la "mesura" y el "equilibrio"

Supongamos que la presidenta se fue de mambo el otro día, cuando en afán de defender "el modelo" arremetió contra la oposición, metió en la misma bolsa a la mayoría de los jueces y aludió a la supuesta "vida privada" de una magistrada. Hagamos de cuenta que sus dichos fueron poco felices.
Ahora... ¿es la Corte Suprema el organismo indicado para salir a pedirle "mesura" a los dirigentes políticos?
¿Desde cuándo los máximos jueces de la Nación tienen entre sus atribuciones la de morigerar discusiones públicas, evaluar el tono de declaraciones o solicitar determinados límites a la hora de abrir la boca?
Leemos ahora que la Corte reclama "mesura y equilibrio" de quienes tienen "funciones de gobierno". También llaman a "respetar la magistratura" para "dar tranquilidad a los ciudadanos".
La decisión de la Corte -una Corte magistral, hay que decirlo, en comparación de los impresentables que la ocuparon durante los '90- genera una andanada de preguntas: ¿quién dijo que hay que ser "mesurado" a la hora de hablar?; ¿dónde está escrito que esa "mesura" es saludable para la vida de los ciudadanos?; ¿por qué no hay que abandonar a veces lo que llaman "prudencia" para pronunciar palabras que duelen y punzan, pero que son necesarias?; ¿acaso lo más "mesurado" de todo no es el silencio, y así nos fue y así nos va por tantas bocas cerradas, tantas conductas acomodaticias, tanto terror en decir lo que se siente y lo que se piensa?.
Pero además, ¿quién determina lo que es "mesura y equilibrio": la definición de esos calificativos va a quedar en manos de los jueces, la decide el poder ejecutivo, se dictamina a través de un proyecto de Carlos Verna?
¿Quiénes son los dueños de la "mesura" y el "equilibrio"?
No son estas líneas una defensa de los dichos de la presidenta, sino del derecho que cada uno tiene -un presidente, un ministro, un juez, un ciudadano común- a expresarse del modo en que le plazca, sin que haya una institución que le ponga límites con la excusa de que hay que ser "mesurado" y "equilibrado". No le corresponde a la Corte Suprema determinar esas cosas. Si no fuera porque esta Corte tiene integrantes de cuya amplitud y pluralidad no se duda, hasta se podría pensar que el acuerdo de este martes pretende actuar como una especie de mordaza.
Y en todo caso, mirando el panorama político, hastiados de lo que muchas veces parece un discurso único, cansados de sanateos que apuntan siempre al mismo lado, uno hasta tiene derecho a exigir un poco menos de mesura y equilibrio, por favor.
Por otro lado, así como Cristina en su perorata generalizó y metió a unos cuantos funcionarios judiciales en la misma bolsa, la Corte Suprema hace exactamente lo mismo cuando llama a "respetar la magistratura": ¿cuál es "la magistratura" que hay que "respetar"?; ¿hay que respetar a los jueces que fueron designados por la dictadura, hay que respetar a "la magistratura" que patea para adelante los juicios a los represores, hay que respetar a la "magistratura" que actúa palanqueada por las multinacionales y los monopolios, hay que respetar a la "magistratura" que no resuelve nunca a tiempo cuando se trata de ladrones de guante blanco, hay que respetar a la "magistratura" que ni se preocupa por la realidad de los que menos tienen?
¿Eso del "respeto" no hay que ganárselo?
En todo caso, está claro que hay jueces respetables y otros que mejor ni hablar, y este último bando incluye a los chupamedias oficialistas, a los que siempre están dispuestos a lamer las botas del que manda, sea Menem, De la Rúa, Duhalde o Kirchner.
Lo curioso del caso es que los jueces que salieron a pedir esa "mesura" -palabra que, destacó la presidenta, rima con "censura"- enseguida usaron calificativos pesaditos para referirse a las acusaciones cristinianas: "tonterías", dijo Carlos Fayt y está en todo su derecho de adjetivar, porque además es uno de que los que determina la categoría de "mesura y equilibrio".
Tampoco les gustó que la presidenta hiciera notar que la jueza que torpedeó el Fondo del Bicentenario (Rodríguez Vidal) está en pareja con otro magistrado que actúa en el mismo sentido (Ernesto Marinelli). Parece que señalar ese detalle es "meterse en la vida privada".
La corporación judicial suele tener una visión muy particular de la "vida privada", que hace que los jueces paguen menos impuestos, que sus declaraciones juradas no sean "tan" públicas como las de funcionarios de otros poderes y que resulten poco menos que intocables en el discurso público.
Las referencias al "matrimonio presidencial" u a otros casos de parentescos y nepotismo, son cotidianas: la relación de pareja entre Néstor Kirchner y Cristina Fernández, por lo visto, no pertenece a la categoría de "vida privada". Y en realidad es así: es parte de la vida pública. Y seríamos estúpidos si no advirtiéramos que esa relación personal tiene su consecuencia en la relación política. ¿Pero por qué creer que no ocurre lo mismo con "la magistratura"? ¿Y por qué no plantearlo públicamente?
Si la relación matrimonial / sentimental / amical influye en la toma de decisiones que afectan a todos, ¿por qué no advertírselo a los ciudadanos?
La corporación judicial reacciona porque se trata de uno de sus miembros el "afectado" por estos dichos: la vida pública nacional está repleta de ejemplos en que los diputados u otros actores políticos se cruzan este tipo de referencias y nunca se ha visto a una Corte Suprema -que se supone está para cosas más importantes- salir a pedir decoro; tampoco se ha visto a la Corte reclamar "mesura y equilibrio" cuando Lilita Carrió anuncia catástrofes, cuando Luis Juez hace chistes malísimos burlándose de cualquiera, cuando Luis D'Elía pronuncia sus sentencias de cabecera, cuando el moderado y equilibrado Carlos Reuttemann derrapa y dice barbaridades, o cuando tantos otros personajes que integran distintos espacios políticos alcanzan a adversarios circunstanciales.
La Corte saltó porque ahora "tocaron" a "la magistratura". Y por lo visto eso no se perdona.
J.P.G.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

el articulo de JPG sobre la "magistratura" es excelente.
María M

Liliana López dijo...

No me doy cuenta de quién firma JPG, sólo para felicitarlo más calurosamente
Espero poder leerlo al aire en su totalidad, porque es inmejorable.

Saludos

Liliana López Foresi

soliman el magnifico dijo...

el matrimonio y sus secuaces ya no tienen mas limites, quieren operar de mala leche contra la corte suprema una de las cosas que mejor hicieron durante su gobierno.
y bueno ahora deben estar arepentidos por no dejar la corte de el turco.

Anónimo dijo...

Muy buen título... El ojo negro y la caripela del gran pirata Banelco!!!.
Dificilmente esta gente, sea del agradado de la señora Presidenta de los argentinos.

Anónimo dijo...

¿Una de Pirata...? En las internas pejotistas circulan panfletos con frases de "Traidor", "comerciante" y"Gorila". Que llegaron a las calles céntricas y a las proximidades de Unidades Básicas barriales.
Para quién presume de peronista,es una movida de piso, bastante grosa, para el Barba Banelco.

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