Norma Arana presentó la renuncia

Al final, después de tantos tejes y manejes, operetas y otras yerbas; luego de comentarios, idas, venidas, confirmaciones que no eran ni eso y desmentidas que no tenían nada que desmentir... ¡se supo!: Norma Arana, la asesora del intendente de Santa Rosa Francisco Torroba no fue echada hace 20 días, como pretendieron demostrar algunos popes comunales, sino que recién el lunes ella decidió irse al presentar su renuncia indeclinable.
La situación pone en evidencia los problemas comunicacionales que tiene el gobierno local: ni siquiera entre los propios funcionarios son capaces de charlar entre ellos y conversar elementales asuntos de su trabajo.
La supuesta decisión de sacar a Arana de su cargo había trascendido primero que en ningún lado a través del diario La Arena y de DiarioTextual. Todo lo que se ha contado sobre el tema es bastante parecido al puterío: no está claro porqué hay enojo con Arana, más allá de las versiones de algún desacuerdo con la creación de la Secretaría de Comunicación, Educación y Cultura a cargo de Ricardo Di Nápoli.
Como sea, y aunque no parece una cuestión fundamental en la gestión, el intendente ya derrapó cuando dio explicaciones públicas. Pero además, ahora se supo que a Arana nadie le avisó que debía irse, sino que ante el cúmulo de versiones presentó en las últimas horas su renuncia con carácter de "indeclinable".
"Han pasado 18 días en los que no fui informada oficialmente de ningún tipo de decisión en relación a mi cargo, ni me fue solicitada la renuncia al mismo, habiendo padecido además de la falta de comunicación de la gestión que integro, la exposición mediática que supone un daño hacia mi honor y mi persona", dice el texto de la renuncia.
Arana había sido designada, en realidad, por el secretario de Gobierno y Acción Social Pedro Salas. En la misma renuncia, aclaró que no tiene conocimiento de enfrentamientos entre los funcionarios de Cultura con ella, pese a lo que señalaron los medios. "Sin embargo, ante la falta de apoyo del señor intendente, quien no desmintió en dieciocho días las informaciones, carentes de pruebas, vertidas en los medios de comunicación, y en el día de la fecha me citó para solicitarme la renuncia, sin mediar motivos ni explicaciones, me veo en la obligación de presentarle, con fecha 28 de septiembre de 2009, mi renuncia indeclinable", completa el texto.