La gran chantada

La Cámara de Diputados designó a Juan Carlos Carola como nuevo fiscal de Investigaciones Administrativas, un cargo que ya venía desempeñando –en la práctica– desde que Enrique Romero Oneto lo tuvo que dejar en medio del escándalo por las coimas de Oppezzo-Gualtieri.
La Legislatura dio aprobación –con el exclusivo voto del PJ y la oposición del FrePam y la Coalición Cívica– a los pliegos en la misma sesión en que respaldó la designación de Carlos Ordás como fiscal. Y hubo en el encuentro un detalle que demuestra el vergonzoso modo en que se designan los funcionarios de control, el patético comportamiento oficialista para elegir a hombres que se supone que no sólo deben ser probos sino auscultados hasta el mínimo detalle.
El asunto es que el miembro informante oficialista fue el ultravernistatiernista Éxito Gianforte. Fue una risa: cuando empezó a hablar de las supuestas bondades de Carola, destacando sus virtudes, ensalzando su currículum durante largos minutos… ¡¡lo hizo con datos correspondientes a Ordás!! Se equivocó de persona, de funcionario, y siguió como si nada… O sea: da lo mismo cualquier cosa, cualquier tipo.
Una caradurez extrema, de la que sus compañeros quisieron salvarlo primero haciéndole notar el error del que no se dio cuenta y después pasando a un cuarto intermedio. Así, de ese modo, se eligen los funcionarios judiciales, los que deben controlar e investigar, en La Pampa feudal.
Una chantada.