Ya se sabía que ni Carlos Aragonés ni Juan Carlos Tierno estaban invitados a la fiestita cristinista. O por lo menos al escenario. Nadie los tuvo en cuenta para organizar. Aragonés fue, como "un peronista más", o como ciudadano común. Tierno no.
Algunos todavía se preguntan porqué el candidato a intendente del PJ no se animó a pegarse una vueltita por el gimnasio del Club Estudiantes. Bueno... la respuesta está en la foto del propio Aragonés. Así lo dejaron: solísimo. Los dirigentes del PJ que lo avalan, lo tragan, lo sostienen, esta vez hicieron un poco de circo y apelaron a la más cínica de sus hipocresías para dejar plantado al buchón.
Apenas se acercaron a saludarlo otros dos impresentables: los diputados Roberto Robledo y Éxito Gianforte. Pero nadie le dio conversación. Ahí quedó, solito nomás...
¿Quién hubiera dicho que El Padrino todopoderoso alguna vez sería maltratado de semejante modo por sus propios compañeros?
Seguro, sin ir al acto, Tierno la pasó mejor.
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