¿Y esto cómo se entiende?

Silvia Gallego anunció que votará a favor del proyecto oficial de retenciones móviles y eso bastó para que en su domicilio recibiera amenazas (los patrones rurales, por lo visto, se han rodeado de unos cuantos intolerantes y violentos). Por eso prefirió poner una custodia.
Lo llamativo del caso es que todo indica que, después de una vida apostando por la misma vereda, Gallego votará otra cosa que la que impulsa su sempiterno líder político, Rubén Marín.
Ellos son los senadores pampeanos, que en teoría deben representar el interés provincial. ¿Cómo se entiende, entonces, que cada cual vaya para un lado diferente?
La primera respuesta para ese interrogante es muy simple: el gobernador Oscar Mario Jorge no parece haberse ocupado de contactar a los legisladores de su provincia para que actúen de un modo determinado. Al menos eso es lo que dice la propia senadora Gallego: Jorge ni los llamó para preguntarles, sugerirles o pedirles algo. Increíble.
La posición de La Pampa, a nivel nacional, ya alcanza picos de ridículo. El desempeño en la Cámara de Diputados ya fue por lo menos extraño, con la "kirchnerista" Adriana García votando en contra del oficialismo, el menemista Manuel Justo Baladrón en el mismo sentido (pese a que meses antes se había negado a un proyecto de derogación de la Resolución 125) y la osorista Marta Osorio directamente absteniéndose. Para mostrarle al país una mayúscula esquizofrenia a La Pampa le faltaba la frutilla del postre, que se va a ver en el Senado: dos legisladores del mismo partido -que además hicieron toda su vida política juntos- sufragando por proyectos diferentes.