Plan Grandes Sobras

La política tiene esas cosas... Juan Carlos Espinoza, que es secretario adjunto de la Unión de Obreros de la Construcción, reivindicó una herramienta de protesta que el sindicalismo del peronismo puro tanto defenestró en otros tiempos.
Dijo que la movida que se hizo en el IPAV fue un "escrache", porque "la democracia lo permite". Así definió la quemazón de gomas y la manifestación que causó daños en el organismo, y que obligó a cerrar sus puertas en la jornada de hoy.
La UOCRA viene manifestando desde diciembre porque varias de las empresas que se vieron privilegiadas en la gestión de Carlos Verna no pagan los salarios de sus trabajadores como corresponde. Se trata -al menos- de Sol Obras (que ya cayó), Estilo (que está en eso), Casella y Obras Civiles, entre otras firmas con serios problemas.
Los obreros pidieron lo suyo, pero más feroz es el ataque que los sindicalistas marinistas le vienen haciendo a algunos personajes del gobierno. No hay dudas de que la interna del PJ está metiendo la cola en el asunto.
Roberto Robledo, secretario general rentado de la UOCRA, es diputado provincial y le viene pegando sin piedad al jefe del ejecutivo. Así y todo, se recuesta sobre los diputados ultravernistas.
El área de Obras Públicas sigue en manos del vernismo puro: Julio Bargero, uno de los recaudadores preferidos del Barba, continuó en el cargo aún después del cambio de gobernador. Los carteles que hubo en la manifestación le apuntaron, esta vez, directamente a Jorge. Acusaron de "chorros" a algunos funcionarios y le sugirieron al gobernador que se despertara.