Aragonés: deshonestidad brutal

Cada vez que aparece, Carlos Aragonés –el presidente del Partido de Tierno, Marín y Verna– hace confesiones propias de su brutal deshonestidad.
El viernes estuvo en General Acha y además de lanzar una sentencia en tono de amenaza (para el vernismo, como señala El Diario, pero sobre todo para los ciudadanos comunes), pronunció frases que ningún otro dirigente haría públicas. No porque no lo sepan, o no lo piensen, sino sencillamente porque en ese sentido Aragonés es el más animal de todos los animales políticos.
Como si no tuviera suficiente con su pasado de buchón, de socio de la derecha sindical y de amigazo de la Triple A (en la foto aparece junto al asesino Ramón Camps), Aragonés –personaje que increíblemente sigue influyendo en la vida de los pampeanos– pronunció las frases siguientes, que merecen –por si hay algún despistado– paréntesis aclaratorios.
–A la elección del 31 de agosto, en Santa Rosa, “la vamos a provincializar, es mi opinión y la de muchos de mis compañeros, porque ¿quién no conoce a alguien que tiene su domicilio en Santa Rosa y hay que llevarlo para que vaya a votar, una vez que se conozca el candidato?”.
(Admite la existencia de irregularidades, sino delitos, en torno al padrón electoral. Por lo que dice, esas anomalías son especialmente conocidas, y tomadas como normales, por el partido del gobierno).
–“Han sido invitados para que se sienten en la mesa a opinar a tres grandes, el doctor Marín, el doctor Ahuad y el contador Matzkin, para que opinen, para que nos orienten con su capacidad y sabiduría y si hay posibilidades lo vamos a invitar a Verna”.
(Cuanto más caradura sos, más “grande”).
–“Hay una sola, o ganamos el 31 de agosto en Santa Rosa o no nos hacemos cargo del futuro, que va a ser negro”.
(Amenaza 1: si Verna y los suyos no ponen toda la carne en el asador, no esperen que los ayudemos en las elecciones de 2009 y las que siguen. Amenaza 2: si con los candidatos de los muchachos marinistas no llegamos al gobierno, hacemos cualquier cosa con tal de hacer pedazos el PJ, el último que apague la luz y que se arreglen los que queden. Amenaza 3: si llega a ganar la oposición, no los dejamos gobernar ni en pedo).
–“La gente cree en nosotros, pero hemos hecho muchas desprolijidades, no nos vamos a engañar, hemos sido cómplices de quienes lo hacían y entre ellos también hacerlo, aquí se termina la fiesta de la complicidad, se termina la fiesta de hacer lo que no hay que hacer”.
(Patética confesión de lo que ha sido el último cuarto de siglo “democrático”: los dirigentes en la joda, cómplices de los negocios de unos pocos, de fiesta en fiesta. Ahora hay que disimular porque la mano se puso muy fulera: hagamos gestos para la gilada y después seguimos…).